
A Leo le regalaron un fervoroso recibimiento en la puerta de la casa de sus suegros, en un barrio privado de las afueras de su Rosario natal. Abrazos interminables con Thiago y Mateo.
A Leo le regalaron un fervoroso recibimiento en la puerta de la casa de sus suegros, en un barrio privado de las afueras de su Rosario natal. Abrazos interminables con Thiago y Mateo.